Romero de Torres. Retablo del Amor.

Réplica del Museo de los Pasillos.

Marquetería. También realizada por los alumnos.

Firma de todos los artistas que pintaron o trabajaron en el cuadro.
Año: 1910

Medidas: 398,5 x 284 cm
Cuadro original.




Extraído de https://cultiusculturals.wordpress.com/2015/02/04/julio-romero-de-torres-recortes-y-reflexiones/

Uno de esos cuadros “incomprendidos” en su época lo tenéis en Barcelona, bien cerquita: El Retablo del Amor, rechazado en 1910 en la Exposición Nacional madrileña y, contrariamente, primera medalla de la Exposición de Barcelona, un año después. (Hoy en día lo podéis disfrutar en el MNAC de Barcelona).

El jurado en Madrid se echó las manos a la cabeza, mientras que el de Barcelona alabó esta obra de Arte (eran más “modernos”). Aunque es comprensible el revuelo: ¿a quién se le ocurre representar una Anunciación con la Virgen desnuda y un ángel femenino? Carmelo Casaño, en “El simbolismo crítico de Julio Romero de Torres” nos cuenta que la obra hace una referencia a los distintos tipos de amor, todo ello enmarcado a modo de retablo (un irónico marco): los laterales superiores son personificaciones del amor matrimonial, mientras que la mujer desnuda de abajo es una representación del amor pagano (el deseo más carnal) y aparece flanqueada por dos mujeres que simbolizan el amor místico: una monja y una beata. Julio Romero condensa los caminos que podía recorrer una fémina en su época, y las etiquetas de las que se podía servir la sociedad para tildarla (buena esposa, monja devota o una simple “cortesana” de vida alegre). Todo esto representado con la sencilla y sensual forma de la mujer. Este es sólo un ejemplo de lo que supone analizar un cuadro de este pintor, pero así podríamos continuar con toda su obra.