Julio Romero de Torres PINTURA Alegrías

Réplica del Museo de los Pasillos.

Cuadro original
Escrito por Sonia Luna Vicente 2º ESO. Curso 19-20

Obra realizada en 1917, época de plena plenitud del pintor, conocedor a la perfección de la técnica, la cual pone de manifiesto en el empleo de la línea y el color.
Vemos en esta obra una magistral composición con la figura femenina del centro como protagonista. En un segundo plano aparece un guitarrista, cuyas manos son de su hijo Rafael. La figura femenina  tumbada al modo clásicamente griego atraviesa la composición, dividiéndola así en dos zonas, una vertical y otra horizontal.
La escena compuesta a la forma de un “tablao” flamenco, parece más bien una fiesta cortesana por el hermetismo de la composición y los recargados ropajes.
Al fondo el río y la lejanía iluminados por la última luz del día.
En este cuadro se advierte como Romero de Torres no trata la escena como una gitanería más, ni jaleo, ni juerga, sino todo lo contrario; en esta obra se respira el hondo sentido místico, y el verdadero fondo clásico que hay en este rito alegre o triste. La joven figura femenina en primer plano de rostro sereno y serio, transmite un sentir profundo, acentuado por el dibujo que con sus manos y su mismo cuerpo hace del baile que interpreta. El hombre de la guitarra se hace más pequeño, mientras la mujer que baila se eleva. Una vez más la gran afición que tenía el pintor por flamenco lo impulsa a llevar a sus cuadros los temas de la copla y el flamenco.