La obra El Juicio de Paris, encontrada hace casi 35 años en la localidad sevillana de Casariche, ha causado polémica en los últimos años ya que en 2017, su traslado a la localidad sevillana donde fue hallada, provocó la denuncia del Museo Arqueológico de la ciudad hispalense, que de nuevo lo conserva en una exposición permanente.
La obra fue hallada en 1985 en Casariche, localidad del sureste de la provincia de Sevilla. Es la más importante que se ha encontrado en nuestro país sobre la época romana. En el mismo yacimiento donde fue hallada también aparecieron otros doce mosaicos de la época tardorromana. Con El Juicio de Paris hablamos de una obra realizada con policromía y cuyas dimensiones alcanzan los 3,60 por 3,20 metros.
En ella se reproduce un concurso entre las tres diosas más bellas del Olimpo: Afrodita, Hera y Atenea, por el premio de una manzana dorada dirigida a "A la más bella". La historia comenzó con la boda de Peleo y Tetis a la que todos los dioses habían sido invitados a asistir, excepto Eris, la diosa de la discordia. Cuando Eris apareció en las festividades, fue rechazada y en su ira arrojó la manzana dorada entre las diosas reunidas y la dirigió "Para el más justo".
Tres diosas reclaman la manzana: Afrodita, Hera y Atenea. Se le pide a Zeus que medie y él le ordena a Hermes que condujera a las tres diosas a Troya para decidir el asunto. Las tres diosas aparecen ante el príncipe pastor, cada una ofreciéndole regalos y suplicándole. Paris elige a Afrodita, influida por su promesa de otorgarle a Helena, la que considera mujer más hermosa que puede tener como esposa. El secuestro posterior de Helena conduce directamente a la guerra de Troya y la caída de la ciudad.
Cuando Hécuba había dado a luz a Paris, en una premonición, la reina vio arder a Troya y el vidente troyano Ésaco había proclamado que ella debía ser ejecutada para salvar la ciudad. Muchas de las fuentes antiguas también afirman que el propio Zeus había planeado todo, haciendo que Eris arrojara la manzana y comenzara la Guerra de Troya, para que la deidad suprema pudiera poner fin al tiempo de los héroes.
Los alumnos y alumnas de EPVA lo han imitado a base de teñir papeles gruesos con acuarela, cortándolos después en trozos para simular las teselas del mosaico.
