Gótico. Virgen de Rocamador.


Este es el mural original de la Iglesia de san Lorenzo.

Este es el cuadro copia del Museo de los Pasillos. 
Pintura mural.
Estilo Gótico.
Fechas: Siglo XV-XVI

Opinión de Lorena M. C. de 4º de ESO Curso 19-20:
Me encanta el cuadro con los dos ángeles alrededor de una esquina, también la Virgen María con el Niño Jesús


HISTORIA DE ESTA PINTURA:

La devoción a esta advocación llega a Sevilla, en los primeros tiempos de la Reconquista. Parece ser que fue traída por caballeros franceses, que acompañaban al Rey San Fernando, entre quienes estaba muy arraigada esta devoción.

Su origen es muy antiguo, pues según una tradición, San Amador fue el criado que cuidó a la Virgen María en su ancianidad, y cuando ella murió y subió a los cielos, Amador continuó cuidando ancianos enfermos en Jerusalén.

Pasados unos siglos, los caballeros franceses que habían ido a las Cruzadas con el Rey San Luis de Francia, al morir éste en la campaña y retirarse sus tropas, se llevaron a Francia para impedir fueran profanados las reliquias o restos de San Amador, que fueron depositados en una ermita situada sobre una roca en el Departamento de Lot. Este santuario se puso bajo la advocación de Nuestra Señora de Roc-Amadour, de donde se deriva el pueblo de Rocamadour y la advocación de la Virgen de Rocamador.






Tras la Reconquista de Sevilla, el Rey San Fernando o su hijo Alfonso X el Sabio, concedió a los franceses la oportunidad de fundar un pequeño hospicio de ancianos, cuya capilla fue presidida por la bellísima pintura de gran tamaño, de la Virgen. Pintura mural, en la que vemos a la Señora ataviada con riquísimos vestidos, de indudable inspiración en los ropajes de ceremonia palatina de las emperatrices de Bizancio. El Niño que lleva en brazos, también ricamente vestido, la está mirando amorosamente. Esta pintura es de indudable origen bizantino, aunque algo modificado por su contacto con los estilos italiano y francés, ya en la época del gótico.

Es muy posible, que esta capilla tuviera primitivamente acceso desde la calle, y ello explicaría que, aun estando en la Parroquia de San Lorenzo, pudiera ser compartida con la capilla del antiguo hospicio de los franceses, que algunos creen fuera el Hospital de Santa Bárbara, desaparecido en la reducción de hospitales que ordenó el Arzobispo D. Rodrigo de Castro a finales del siglo XVI.

Dado que es pintura mural no puede pensarse que el muro fuese trasladado con su pintura desde el hospital a la Parroquia, pero sí que la capilla fuese compartida entre ambos edificios. La Capilla de la Virgen de Rocamador tuvo cerramiento con rejas de hierro hasta el siglo XIX y en ella tenían su bóveda de enterramiento los Bucarelli, nobilísima familia de origen italiano, pero enraizados en Sevilla durante varias generaciones.