Manuel Barrón y Carrillo PINTURA. Emboscada a unos bandoleros en la Cueva del Gato

La réplica del Museo de los Pasillos
Emboscada a unos bandoleros en la cueva del Gato.
Las dimensiones de este cuadro son de 72 x 105 cm.
La cueva del Gato, localizada muy cerca de Benaoján, es uno de los parajes más conocidos de la Serranía de Ronda como escondrijo de bandoleros y contrabandistas de Sierra Morena durante el siglo XIX. Situada a unos diez kilómetros de la ciudad rondeña, se trata de una enorme concavidad de tierra caliza, próxima al río Guadalevín. Por su interior corre el río Guadares o Campobuche, que sale por la boca opuesta de la cueva para desembocar en el Guadiaro. Con un recorrido interior de 4.480 metros, por sus dimensiones y situación abrigada de la intemperie fue habitada desde el Paleolítico, siendo también por ello importante yacimiento arqueológico, al ser utilizada igualmente como lugar de enterramiento.


Este es el original.

Esta obra esta en el museo de Carmen tyssen (Malaga).
Es sobre es oleo sobre lienzo, esta pintura fue realizada en 1869.

Esta pintura representa que bajo la imponente bóveda de la entrada de la cueva, una partida de bandoleros hace frente a la emboscada que les tienden varios guardias civiles, que se aproximan desde un cerro cercano disparando sus fusiles. Sobre las rocas de pedregal, los bandidos se defienden con sus trabucos del ataque de la benemérita. Uno de ellos ha sido herido y reposa tendido en el suelo, mientras un chicuelo lloroso ante el ruido de los disparos se refugia en las faldas de su madre, que suplica a gritos el cese del fuego.

Una curiosidad de este cuadro es que el propio pintor hizo varias versiones de él como por ejemplo este del Museo de BBAA de Sevilla
Una segunda versión del mismo autor.

Escrito por María Dolores Silva Castro 2º A Curso 19-20.

Biografía de  Manuel Barrón y Carrillo, escrita por el profe.
(Sevilla, 1814-1884). Pintor español. Estudió con Antonio Cabral Bejarano en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, de la que llegaría a ser profesor y director. Fue uno de los fundadores del Liceo Artístico de Sevilla, creado en 1838, miembro de la Sociedad Eco­nómica de Amigos del País de su ciudad natal y académico correspondiente de la Academia de Santa Isabel de Hungría. Fue el máximo representante del paisajismo romántico andaluz, con escenas costumbristas al estilo de su maestro y de David ­Roberts, con quien coincidió una temporada en Sevilla en 1833. Aunque ya en 1838 presentó unos paisajes a las exposiciones del Liceo y de la Sociedad Económica sevillana, su primera obra conocida no está fechada hasta 1852. Se dedicó fundamentalmente al paisaje, pero también cultivó otros géneros, como el retrato, el bodegón o la pintura de costumbres, especialmente de la vida cotidiana sevillana. Concurrió a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, y en 1862 la reina Isabel II adquirió Vista general de Sevilla, que se encuentra en el palacio de Riofrío, en Segovia.