BARROCO. SAN HUGO EN EL REFECTORIO DE LOS CARTUJOS.

San Hugo en el refectorio de los Cartujos (Zurbarán)



Autor Francisco de Zurbarán, 1630-1635
Técnica Óleo sobre lienzo
Estilo Barroco
Tamaño 267 cm × 320 cm
Localización Museo de Bellas Artes, Sevilla
Es un cuadro de Francisco de Zurbarán, realizado en el 1635.
En esta composición Zurbarán nos sitúa frente a una vasta naturaleza muerta. Las verticales de los cuerpos de los cartujos, de san Hugo y del paje están cortados por una mesa en forma de L, cubierta con un mantel que casi llega hasta al suelo. El paje está en el centro. El cuerpo encorvado del obispo, situado delante de la mesa, a la derecha, y el ángulo de la mesa, evitan el sentimiento de rigidez que podría derivarse de la austeridad de la composición.

Delante de cada cartujo están dispuestos los platos de barro que contienen comida y unos trozos de pan. Dos jarras de loza talaverana, un cuenco boca abajo y unos cuchillos abandonados, ayudan a romper una disposición que podría resultar monótona si no estuviera suavizada por el hecho de que los objetos presentan diversas distancias en relación al borde de la mesa.


Detalle del "jarro frailero" con el escudo obispal.
La iconografía del cuadro no es muy habitual. Cuenta la historia de los siete primeros cartujos, entre los que se encuentra san Bruno, (el fundador), cuando fueron alimentados por san Hugo, por aquel entonces obispo de Grenoble.



Un día, este último visitó a los monjes y, para comer, les pidió carne. Los monjes vacilaban entre contravenir sus reglas o aceptar esa comida y mientras debatían sobre esta cuestión, los monjes cayeron en un sueño extático. Cuarenta y cinco días más tarde, san Hugo les hizo saber, por medio de un mensajero, que iba a ir a visitarles. Cuando éste regresó le dijo que los cartujos estaban sentados a la mesa comiendo carne, estando en plena Cuaresma. San Hugo llegó al monasterio y pudo comprobar, por sí mismo, la infracción cometida. Los monjes se despertaron del sueño en que habían caído y san Hugo le preguntó a san Bruno si era consciente de la fecha en la que estaban y la liturgia correspondiente. San Bruno, ignorante de los cuarenta y cinco días transcurridos le habló de la discusión mantenida acerca del asunto durante su visita. San Hugo, incrédulo, miró los platos y vio cómo la carne se convertía en ceniza. Los monjes, inmersos en la discusión que mantenían cuarenta y cinco días antes, decidieron que, en la regla que prohibía el comer carne, no cabían excepciones.

ESTUDIO DE LA PERSPECTIVA CABALLERA.












BIOGRAFÍA

Francisco de Zurbarán nació en la localidad pacense de Fuente de Cantos, el 7 de noviembre de 1598, falleciendo en Madrid el 27 de agosto de 1664. Es considerado uno de los más prestigiosos pintores del Siglo de Oro español.
Contemporáneo y amigo de Velázquez, destacó en la pintura religiosa, que se caracteriza por su gran misticismo.
Fue la personalidad dominante en la pintura Sevillana durante el segundo tercio del siglo XVII.
Pintor de origen extremeño, se formó en Sevilla y en esta ciudad se estableció desde 1.616, convirtiéndose en el artista preferido de las instituciones civiles y religiosas. Su éxito se basaba en gran parte en el estilo naturalista y sobrio, impregnado de una intensa espiritualidad, magnífico reflejo de la vida monástica española.
Trabajaría para los conventos sevillanos de San Pablo, San Francisco, la Cartuja, San Benito, San Agustín, La Merced, Santo Tomas de Aquino, Capuchinos etc. Se nominó a sí mismo como «maestro pintor de la ciudad de Sevilla».
Abordaremos en este reportaje la ruta de Zurbarán por Sevilla, visitando aquellos lugares en los que hoy podemos contemplar sus obras.
Zurbarán en el museo de Bellas Artes
En el gran museo sevillano podemos disfrutar de una importante colección de sus cuadros, que fueron trasladados de los conventos tras la desamortización de los bienes de la iglesia en el siglo XIX.
En la planta alta, la sala X está dedicada al pintor.
Destacan: de  la Sacristía de la Cartuja de las Cuevas,  San Hugo en el refectorio de los Cartujos, La Visita de San Bruno a Urbano II y la Virgen de las Cuevas  de 1665.
La Apoteosis de Santo Tomás de 1.631, su obra más importante, fue destinada al Colegio Santo Tomás de Aquino.
Otros cuadros del autor son: San Jerónimo, San Gregorio y San Ambrosio, procedentes del convento de San Pablo y figuras de intensa expresión.
Contemplar el magnífico Jesús Crucificado Expirante y El beato Enrique Susón y San Luis Beltrán,  de la iglesia del convento de Porta Coeli  de 1.636.
En esta misma planta, sala VI, encontramos su serie de pinturas de Santas para el Hospital de las Cinco Yagas.
Tenemos también el  Cristo muerto de 1.630-35, para el convento de Capuchinos de Sevilla, impresionante obra en la que sobre un fondo oscuro, destaca la figura de Cristo crucificado con cuatro clavos.
Contemplar también el Jesús entre los Doctores de 1629 y el San Carmelo  y San Pedro Pascual, de 1630, procedentes del  convento de la Merced de la Calzada, actual museo.
Parroquia de la Magdalena
Seguiremos la ruta hacia la parroquia de la Magdalena, iglesia del convento de San Pablo, para la que realizó varias obras, que hemos podido ver en el museo.
En la capilla sacramental encontraremos dos cuadros del pintor:  la curación del Beato Reginaldo de Orlean y Santo Domingo Soriano.
Zurbarán en la Catedral
En la Catedral, en el retablo de la capilla de San Pedro, situada en el ala este, encontramos pinturas de Zurbaran de 1630 y en la Sacristía Mayor tenemos el cuadro de Santa Teresa.
Hay otros  lienzos del pintor en el Palacio arzobispal, Cristo atado a la columna con San Pedro, un retrato de Maese Rodrigo de Santaella, fundador de la Universidad de Sevilla, Santo Domingo de Guzmán y San Pedro Mártir entre otros.
Iglesia de San Esteban
Nos acercaremos a la Iglesia de San Esteban, en la calle Águilas. En su altar mayor hay varias importantes obras representando la visión de San Pedro y la conversión de San Pablo, entre otras.
En la cercana plaza de Pilatos  se encuentra el Monumento a Zurbarán, realizado en 1929 para la Exposición Iberoamericana de Sevilla.
En el pedestal están los relieves de Santa Casilda, la Puerta de la Macarena, la Torre del Oro tal y el escudo de Fuente de Cantos.
Para finalizar el recorrido pasar por la Cartuja, cuya Sacristía estuvo decorada por los mejores cuadros del pintor, que hemos contemplado en el Museo de la ciudad.
Fuente de Cantos
Como excursión fuera de la ciudad se puede conocer el Pueblo de Fuente de Cantos (Badajoz), a 114 km ( 1h 15 m), por la Autovía de la Plata. Allí se encuentra la Casa natal  de Zurbarán,  con un pequeño museo recordatorio en homenaje a su pintor. Está en la calle Águilas, tradicionalmente conocida como calle “Barrigas”
De decoración sencilla, imita a la que el pintor reseñó en sus cuadros.
Otra interesante excursión es a Marchena a 60km, donde en la sacristía de  la iglesia de San Juan Bautista,  hay un museo dedicado a este pintor ,con un total de nueve lienzos, destacando el Crucificado.